COMPOSICIÓN en FOTOGRAFÍA: Guía COMPLETA de Aprendizajes Significativos

Llevo varios años estudiando composición fotográfica y una infinidad de recursos asociados a ella. Es un tema que me pareció muy interesante apenas lo descubrí.

Y no me refiero a las tristemente célebres reglas de composición que son burdas simplificaciones para convencerte de que aprenderás en 5 minutos algo que puede llevar toda una vida. Ya sabes que mi convicción es que las REGLAS EN FOTOGRAFÍA NO EXISTEN, algo que iremos comprobando durante el desarrollo de este post.

En un principio también leí sobre ellas. La regla de los tercios, los puntos de interés, la ley de la mirada… Por fortuna algún tipo de intuición interna impidió que les atribuyera demasiada credibilidad.

En este viaje de conocimientos profundos y crecimiento fotográfico como autor, he ido descubriendo lecciones importantes que han marcado notoriamente la estética de mis imágenes y mi forma de entender la fotografía.

En este artículo quiero compartir el viaje y mis aprendizajes contigo. Ponte cómodo que tengo mucho que contarte.

Por cierto, antes de partir, déjame recomendarte que guardes este post en tus favoritos pues constantemente lo iré actualizando y completando.

¿QUÉ ES LA COMPOSICIÓN?

Un buen punto de partida para responder esta pregunta es acudir al diccionario de la Real Academia Española (RAE) en donde encontraremos la siguiente definición (aplicada a la Escultura, Fotografía y Pintura):

“Arte de agrupar las figuras y combinar los elementos necesarios para conseguir una obra plástica lo más armoniosa y equilibrada posible”.

Hay muchas ideas interesantes que extraer aquí. La primera es que inmediatamente se reconoce la idea de que la composición es un arte. Y sobre Arte dice: “Manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”.

Ya vamos avanzando en una definición más compleja. Para componer debemos agrupar y combinar elementos (suena fácil decirlo así), y en esa combinación podemos interpretar lo real (no plasmamos la realidad, la interpretamos) o plasmar lo imaginado (creamos a partir de nuestra imaginación).

José Benito Ruiz, a quien considero mi maestro, es un referente mundial en el tema de la composición fotográfica y cada año recorre gran parte de Europa y América realizando cursos y charlas sobre el tema. Él afirma que “un artista es quien se expresa a través el lenguaje del arte”. Y tal como lo vamos entendiendo, ese lenguaje es lo que llamamos composición.

A modo resumen te diría que la composición es el leguaje del arte en el que, a través de agrupar y combinar elementos (ya hablaremos de ellos más abajo) podemos interpretar lo real o plasmar lo que imaginamos.

La última frase que quiero resaltar de las definiciones que he citado es esto de conseguir una obra plástica “lo más armoniosa y equilibrada posible”. Lo de armoniosa y equilibrada no lo comparto tanto porque también podemos buscar representar el caos, el horror o el desequilibrio, pero sí creo que esta idea de “lo posible” aplica muy bien a la fotografía, como veremos a continuación.

El borde del lago actúa como una línea que conduce la mirada estableciendo una relación con la montaña del fondo.

LA COMPOSICIÓN APLICADA A LA FOTOGRAFÍA

En artes como la pintura o la música la creación de una obra se hace desde un “lienzo blanco”, metafóricamente hablando. Esto ya es algo que diferencia radicalmente el trabajo de los fotógrafos cuyo punto de inicio será un escenario pre construido en donde podremos incidir en muy pocas cosas (esperar a que cambie la luz o subir a la azotea de algún edificio para tener una perspectiva diferente, por citar algún ejemplo).

Como fotógrafos básicamente nos enfrentaremos a dos situaciones:

  • FOTOGRAFÍA EN UN ESPACIO CONTROLADO: El mejor ejemplo de esto es la fotografía en estudio en la que podemos manejar todos los elementos de la escena. Agregar o quitar luces, reacomodar a los modelos o los productos, repetir hasta conseguir el resultado deseado. Entonces, las limitaciones vendrán de los propios conocimientos del autor a la hora de distribuir los elementos en el encuadre. Aquí encontraremos disciplinas como la fotografía de productos o la fotografía de retrato, por ejemplo.
  • FOTOGRAFÍA EN ESPACIOS ABIERTOS: En estas condiciones estaremos muy limitados al escenario y el momento en el que lo visitemos. Podemos incidir sobre ciertas cosas menores (iluminar un primer plano o modificar el balance de blancos, por ejemplo), pero el rango de acción siempre será más limitado que en estudio. Aquí los momentos se esfuman rápido y no es posible repetir en caso de no haber conseguido el resultado deseado. Nos encontraremos con cableado en las calles, personas que se cruzan en el momento clímax, animales que se mueven del sitio justo en el momento de la luz soñada o estelas de aviones que aparecen como una línea que corta en el centro a la vía láctea… Son cientos de condicionantes con las que tendremos que aprender a convivir, salvo que te guste el retoque y no te importe estar borrando o agregando cosas en las imágenes (algo que yo no hago).

En ambas situaciones el desafío es el mismo: “ordenar los elementos de la mejor manera posible”, sólo que se llegará al resultado de maneras diferenciadas. En los espacios controlados, por los conocimientos del autor para poner todo en su sitio, y en el caso de la fotografía en espacios abiertos, ayudado por el posicionamiento adecuado, la profundidad de campo (para quitar atención a las distracciones), la elección de la óptica (para incluir menos elementos en el encuadre) y las condiciones climáticas y meteorológicas presentes en el momento.

En exteriores regularmente enfrentaremos escenarios con muchos elementos. Nuestra mejor herramienta para darle un sentido de orden y equilibrio será elegir el posicionamiento adecuado.

¿QUÉ ES UNA BUENA COMPOSICIÓN FOTOGRÁFICA?

Esta es una pregunta muy común en internet, y cursos de fotografía, que parte mal desde su formulación. Me detendré a responderla sólo por ayudar a erradicarla de nuestro lenguaje.

El concepto de bueno o malo es un vicio recurrente y que debemos evitar en todo ámbito de la fotografía, ya sea al hablar sobre composición, sobre las cualidades de la luz o la evaluación de una fotografía. Está muy ligado a las nefastas “reglas de composición” (más abajo hablamos de ellas) pues justamente ellas constituyen la receta mágica para lograr “buenas fotografías”.

Si te encuentras un titular del estilo de “cómo hacer buenas fotos” te recomiendo que huyas rápidamente de ese sitio porque no aprenderás nada bueno realmente. Lo mismo cuando hablamos de buenas y malas composiciones.

Para mí, la decisión de cómo componemos no tiene que ver con fórmulas, tips (tan de moda) o reglas, sino con lo que queremos transmitir. Una evaluación relativamente objetiva sólo se puede lograr entendiendo esto.

Si lo que querías es transmitir tensión y lo que percibe el espectador es calma, entonces el mensaje no está siendo preciso y es necesario detectar las ambigüedades que impiden la comunicación eficaz.

Insisto, no me gusta esto de la “buena composición”, pero si me apuras a dar una respuesta a la pregunta, te diría que una buena composición es la que le permite al autor transmitir, a través del uso de los recursos compositivos, el mensaje o la emoción que deseaba.

¿CÓMO DESCUBRIMOS LA COMPOSICIÓN FOTOGRÁFICA?

Si ya dominamos el triángulo de la exposición, tenemos un equipo adecuado a nuestras necesidades y manejamos el post procesado a muy buenos niveles: ¿Qué podría faltar?

En esto pensaba el 2015, sin encontrar respuesta. Luego de 5 días en la cordillera, dejé por largos meses abandonada mi cámara intentando comprender por qué mis amigos conseguían imágenes que yo ni siquiera era capaz de visualizar.

La búsqueda por internet me llevó a encontrar a José Benito Ruiz y, junto con él, el curso Un Año de Fotografía en donde aparecieron dos palabras claves en mi vida como fotógrafo: la composición y el purismo (del que te hablaré en algún otro momento).

Fue entonces cuando aprendí que sólo saber usar el ISO, la Velocidad y el Diafragma no me convertía automáticamente en un fotógrafo (aunque llevara 3 años trabajando en modo manual), y las cosas eran bastante más complejas, e interesantes, que basar el 70% u 80% del trabajo en un programa de retoque.

Suele haber un proceso más o menos común en el que se presenta la necesidad de empezar a estudiar composición, que coincide con un cierto dominio de la técnica fotográfica y una etapa en la que te suelen gustar más las fotos de los demás que las tuyas.

Ruiz describe las siguientes fases de aprendizaje:

  • FASE TÉCNICA: Iniciamos el aprendizaje del uso de la cámara en modo manual y empezaremos a explorar todo lo asociado al equipo fotográfico. Cámaras, lentes, filtros, accesorios, post procesado, etc. Aprenderemos todo lo ligado al uso del equipo y las técnicas fotográficas.
  • FASE ESTÉTICA: Cuando logramos cierta comodidad con la técnica fotográfica, entonces viene la preocupación por la estética. Vemos que nuestras imágenes no logran el impacto que consiguen otros autores que admiramos y empezamos a intuir que la fotografía es mucho más que manejo de ISO – Velocidad y diafragma. Acá es en donde normalmente la composición fotográfica aparece en nuestras vidas y, con ello, nuestra necesidad por comprenderla y estudiarla (algo no tan sencillo porque hay muy poca información seria disponible en internet).
  • FASE AVANZADA O DEL MENSAJE: La última etapa en la que, ya dominas la técnica y la composición  en buen nivel. Entonces surge la necesidad de dejar de hacer sólo fotos “bonitas” (por decirlo muy simplificado). Se acrecentará el interés de que tus imágenes, además de ser estéticamente atractivas, logren emocionar, comunicar o movilizar en pro de una causa. Intentarás entregar mensajes más profundos y elaborados para conseguir fotografías más trascendentes.

Es importante tomarse con calma cada fase. Si llegas a la etapa del mensaje sin dominar la técnica o la estética, es posible que caigas en ambigüedades que terminen siendo distracciones del mensaje y, por tanto, que no logres el objetivo propuesto.

Lo mismo pasará si intentas desarrollar composiciones complejas sin el dominio técnico adecuado. Imprecisiones de enfoque o profundidad de campo, imágenes trepidadas en las que esperabas un enfoque afilado, en fin. Distracciones.

La fase estética, el impacto visual, es el motivo principal de este artículo, así que ahora adentrémonos un poco más en ella.

En la piedra principal reconozco el rostro de algún animal, lo que motiva mi esfuerzo de relacionarlo con la nubosidad para que simule expulsar vapor por la boca. Se trata de una pareidolia, un recurso de la narrativa visual. Más abajo hablaremos sobre esto.

RECURSOS COMPOSITIVOS PARA CONSEGUIR IMPACTO VISUAL

Desde que empecé mis estudios más consciente sobre fotografía y composición vi inmediatamente como mis imágenes empezaron a cambiar. Fue algo que realmente me terminó de enamorar de la fotografía.

Ya te contaba que el 2015 inicié mis estudios, y en el 2016 coincidió que José Benito estuvo en Chile realizando un taller de composición. Fue algo muy especial aprender en el aula y conocerlo.

Mi sensación es que todo lo que fui estudiando durante 4 años, el 2019 empezó a fluir de manera tan natural como cuando modifico los parámetros de exposición en la cámara.

En ese proceso aprendí muchísimos recursos que aplico con regularidad en mi trabajo. Sería imposible hablarte aquí de todos ellos.

Por lo dicho, profundizaré más sólo en los aprendizajes que para mi han sido más significativos. Pasemos a revisarlos.

LAS “REGLAS” DE LA COMPOSICIÓN

Las ya mencionadas “reglas” en realidad son simplemente recursos compositivos y, como cualquier recurso, uno puede elegir si lo usa o no a diferencia de las reglas que rigen a la sociedad (o un lugar determinado) que se crean para ser obedecidas y se castiga a quien las desobedece. En este artículo me refiero más extendidamente a este tema.

Por alguna razón se fue popularizando que había recursos compositivos más importantes que otros, y de ahí es que nacen cientos de artículos que te hablan de las “10 reglas de composición que debes conocer” o falacias similares.

Brevemente te hablo de las más conocidas:

LA REGLA DE LOS TERCIOS

Propone dividir el encuadre en 3 y colocar siempre (es una regla) el horizonte en el tercio superior o el tercio inferior (dependiendo de si quieres darle más protagonismo al suelo o al cielo).

Además, nos invita a sacar el horizonte del centro para evitar imágenes “aburridas” (sin justificar el por qué).

El nombre correcto es proporción de los tercios y, al menos en fotografía de paisaje (que es mi especialidad) se usa muy poco. Así como están los tercios, también están las proporciones tatami, Sturgeon, del animal, del paisaje perfecto, etc. ¿Las conoces todas?, ¿Por qué se enseña sólo una?

Justamente la mencionada proporción tatami propone un horizonte centrado que nos permite conseguir imágenes simétricas (prohibidas por esta “regla”) que personalmente disfruto mucho.

La burda justificación final ante cualquier falencia detectada sobre esta u otras “reglas” es: “las reglas se hacen para romperse”. En fin, vaya reglas.

Una imagen con el horizonte centrado, buscando la simetría. En los tercios se desalienta la realización de este tipo de encuadres.

LOS PUNTOS DE INTERÉS

Derivada de la proporción de los tercios (no la llamaré más regla) nacen estos supuestos puntos de interés que garantizan el máximo impacto visual. Si colocas un elemento usando alguno de las 4 intersecciones de las líneas del esquema de los tercios, mágicamente tu fotografía se volverá más atractiva.

Nuevamente en esta teoría se sugiere evitar el centro de la imagen, haciendo desaparecer cualquier posibilidad de conseguir una fotografía con valores de armonía (el centramiento es justamente uno de sus valores principales).

Lo cierto es que hay muchas formas de resaltar un protagonista de una imagen, independiente de su ubicación en el encuadre. Se puede resaltar tonalmente, por color, por contraste, por interrumpir una textura, por forma, por tamaño, por enfoque selectivo…

De nada servirá colocar un sujeto en estos puntos si no tenemos presente todo el contenido de la imagen pensando en la composición como algo holístico.

Ninguno de los puntos de interés está siendo ocupado en esta fotografía, y en nada le aportaría haberlo hecho. Lo que realmente prevalece es el recorrido visual que conduce hasta el islote del fondo en donde está, además, el tono más claro de la escena. El horizonte tampoco está ubicado en los tercios.

LA LEY DE LA MIRADA

La famosa “ley” de la mirada nos viene a decir que nuestras fotos “mejorarán” (sin explicar el por qué) si dejamos mayor espacio vacío hacia donde mira la persona (generalmente se cita mucho en retrato).

Si bien me parece un recurso compositivo más útil que los dos anteriores, vuelvo a decirte que, para mí, la decisión de cómo componemos no tiene que ver con fórmulas sino con lo que queremos transmitir.

Una imagen en la que el protagonista tiene más espacio por delante nos podrá transmitir diversas ideas: futuro, proyección, un camino por recorrer, no hay límites, amplitud, desahogo. Todo, dependiendo siempre del contenido del encuadre.

En cambio, una imagen que deja el espacio por detrás del protagonista, puede hablarnos de: asfixia (no hay aire), incertidumbre, misterio (no sabemos lo que vendrá), encierro.

El recurso correcto en el que enmarcaría la “ley” de la mirada es la dirección, que es uno de los 11 elementos de la composición que veremos a continuación.

Y no sólo la mirada marca una dirección. También lo hacen las líneas o algunos hitos visuales que parecen estar apuntando en una dirección en concreto, dependiendo de nuestro punto de observación. Respetarla, o no, es algo que debemos decidir en función de lo que queramos transmitir.

La gaviota andina mira hacia afuera del encuadre y marca una dirección de salida muy cerca del borde. Es posible que el espectador se pregunte qué habrá llamado su atención, generando un grado de incertidumbre en él porque nunca obtendrá la respuesta. Esto será adecuado, o no, dependiendo de las sensaciones que buscabas transmitir.

LA LEY DE LOS IMPARES

Confieso que esta “ley” me causa un poco de risa. Lo siento. Pero la primera vez que escuché sobre ella tuve mucha curiosidad y busqué por internet una explicación.

Llegué al canal de un muy reconocido YouTuber de fotografía en español y vi que la explicaba usando como ejemplo unas “caquitas” (sí, así las llamaba). Bueno, un verdadero desastre tanto el video como la explicación (de hecho, nunca logra justificar la razón de por qué es mejor pares que impares).

Lo que propone este recurso es que debes preferir usar elementos en números impares, porque funcionan “mejor” (¿Las bodas deberían ser de a tres para conseguir “mejores fotografías”?).

Quizás lo único que se puede rescatar de esta propuesta es que la presencia de 3 elementos destacados, al conectarlos entre sí, pueden generar un triángulo (un elemento de la composición).

Y el triángulo tiene una forma dinámica porque suele llevar al menos dos líneas diagonales en su construcción.

Es difícil imaginarlo inicialmente, pero con el ejemplo que sigue creo que te quedará más claro.

En este caso son 5 elementos que forman un triángulo invertido, que refueza la idea de una imagen dinámica por el oleaje agitado del mar.

¿Tendrá mayor impacto esta imagen si la suma de las gaviotas es impar? No parece razonable basarse en un solo aspecto de la imagen para evaluarlo. Debemos mirar a la composición como algo más holístico.

ELEMENTOS DE LA COMPOSICIÓN, LA SINTAXIS VISUAL

Una vez aclarado esto de las reglas, quiero compartir contigo algunos recursos que me parecen verdaderamente relevantes a la hora de enfrentarse al desafío de componer. Es momento de hablar de los elementos de la composición, que ya vengo enunciándolos desde hace un rato.

Si ya establecimos que la composición es el lenguaje del arte, en esa línea te cuento que los 11 elementos de la composición son las palabras que debemos aprender para empezar a hablar este lenguaje.

Cada elemento da para un artículo por separado. Por ahora dejaré una breve explicación de cada uno esperando a tener tiempo de desarrollarlo en el futuro.

EL PUNTO

Es la unidad más simple de la comunicación visual. No es necesario que sea redondo, sólo debe ser pequeño en el encuadre.

Ejerce un gran poder de atracción, sobre todo si reúne ciertas características (tono más claro, color atractivo, aislamiento). Sirve para marcar distancias, entregar referencias y equilibrar la imagen, por mencionar algunas de sus funciones.

Es un elemento estático, carente de direccionalidad e intención de movimiento. De hecho, José Benito nos propone en este artículo que esta característica es fundamental para poder determinar el tamaño del punto en el encuadre.

LA LÍNEA

La línea por definición es una sucesión de puntos o un punto en movimiento. Se utilizan para crear caminos visuales que ayudan al recorrido de la imagen. Existen distintos tipos de línea asociadas a características diferentes:

  • La línea horizontal es estable.
  • La línea vertical es inestable, potencialmente activa y puede generar ritmo y dinamismo.
  • La línea diagonal crea dimensión en la imagen. Son más dinámicas que las verticales.
  • La línea curva se encuentran más fácil en la naturaleza. Aporta profundidad y sinuosidad. Se asocia a cierre y marca dirección, porque parece volver sobre sí misma.

Las aves actúan independientemente como puntos, pero mentalmente estableceremos una conexión entre ellas que nos llevará a trazar una línea.

EL CONTORNO

Así como un grupo de puntos forman una línea, dos o más líneas que se unen crean un contorno.

Los contornos básicos son:

  • CUADRADO: Se asocia a torpeza, rectitud, esmero.
  • CÍCRULO: Asociado a calidez, infinitud, protección. Las formas circulares son menos potentes que las oblongas (ángulos).
  • TRIÁNGULO: Como mencionábamos más arriba en la sección de las “reglas”, los triángulos son figuras muy dinámicas. Se asocian a la acción, conflicto, tensión. También simbolizan la conexión con lo divino.

LA DIRECCIÓN

Las líneas y el contorno expresan una dirección, también la mirada como te lo mencionaba hace un rato. Respetarla, o no, puede generar diferentes sensaciones y mensajes.

La diagonal es la fuerza direccional más inestable, la más dinámica y provocadora. Su significado es amenazador y tiene un gran impacto visual.

No hay una mirada aquí, sin embargo la inclinación del árbol sugiere un triángulo que apunta hacia la derecha. En este caso decidí respetar la direccionalidad en la composición y comunicarla con el brillo que se aprecia al fondo.

EL TONO

El tono es para mi uno de los elementos más importantes porque tiene que ver directamente con la luz. Tiene, por tanto, muchas cosas que destacar. Entre ellas, que define el relieve  a través de luces y sombras.

Una buena manera de empezar a visualizar el tono es estudiar las cualidades de la luz y trabajar en la cámara prescindiendo del color.

Si no conoces las cualidades de la luz, te las enumero brevemente:

  • CALIDAD: Suave, dura
  • DIRECCIÓN: Cenital, trasera, nadir, lateral, frontal.
  • COLOR: Cálido, frío, neutro.
  • INTENSIDAD: Alta o baja,.

El uso del tono se asocia regularmente a la fotografía en blanco y negro, pero no debemos olvidar que los colores también se construyen desde el tono.

La niebla y la bruma costera ayudan a generar una separación tonal entre las montañas que añade tridimensionalidad a la fotografía. Los rayos de luz filtrada añaden momento. Esta imagen podría prescindir del color porque el elemento más destacable es el tono.

EL COLOR

Muchas veces se habla del color como un valor absoluto de la fotografía, sobre todo en estos tiempos en que todos los aparatos digitales producen imágenes en color.

Pero hay una gran diferencia que está dada por una sutil frase que dice que no es lo mismo fotografiar en color que fotografiar el color. Cuando hablamos del elemento color nos referimos justamente a esto último.

Pese a la importancia que le damos al cromatismo hoy en día, se hace necesario comprender que es sólo uno más dentro de los 11 elementos de la composición que estamos estudiando.

Algunas características que debemos conocer sobre este elemento son:

  • El color añade emoción, subjetividad, información
  • A mayor saturación de colores, mayor expresividad
  • Muchos colores tienen su máxima luminancia al ser emplazados sobre un fondo negro o neutro
  • El color puede aportar o distraer
  • Los colores se ven influenciados por lo que lo rodea (ley del contraste simultáneo)

El elemento que inspira la toma de esta fotografía es el color rojo de la montaña, que combina muy bien con el azul del cielo (colores complementarios). Si la pasáramos a blanco y negro, anularíamos su impacto.

LA TEXTURA

Otro de mis elementos favoritos (pero no tiene por qué ser el tuyo). José B. Ruiz divide la textura en patrones (más regular, asociado a la acción humana) y mosaicos (no ofrece la misma regularidad del patrón y se asocia más con la naturaleza).

Nos propone 3 usos de la textura, que me parecen muy bien sintetizados:

  • COMO SUJETO: Llenamos el encuadre con ella, una imagen sin ejes, con una carga abstracta (un poco más abajo hablamos de esto).
  • INTERRUMPIDA: Hay un elemento que rompe la textura. Puede ser un color, una forma, etc.
  • COMO PRIMER PLANO: En una composición de primer plano y fondo, podemos usarla como primer plano. Por ejemplo, una zona de dunas que, con luz lateral, gana mucho relieve.

Con el angular se da realce a una textura interesante en el primer plano. Las líneas actúan como conductoras para conectar con el cielo semi estrellado que lentamente empieza a cubrirse con la niebla. Al no ser una textura regular, hablamos de mosaico.

LA ESCALA

La escala es la definición de un tamaño mediante el establecimiento de una comparación, de una referencia visual. Esto significa que lo grande sólo es grande junto a lo pequeño. Y lo grande puede parecer pequeño si incluimos un elemento de tamaño aún mayor (o exageramos su tamaño con el uso de un angular, por ejemplo).

A través de la escala podemos buscar representar los tamaños objetivamente, o podemos manipularla en función de la idea que nos guíe.

La referencia más empleada para obtener una escala ha sido la figura humana debido a que todos sabemos más o menos el tamaño de una persona (a diferencia de un árbol o un edificio que pueden tener diferencias siderales entre unos y otros).

A través de la elección de la óptica, y del posicionamiento del fotógrafo, podemos alterar la escala. Esto porque, como ya sabemos, un angular exagera el primer plano y empequeñece el fondo, mientras que un teleobjetivo comprime las distancias.

LA DIMENSIÓN

Hace un rato te mencionaba que las imágenes son bidimensionales (alto y ancho) y por eso es una ilusión creer que la zona inferior de la imagen, el primer plano, está más cerca que la zona superior (el fondo).

Si queremos transmitir la sensación de profundidad, o tridimensionalidad, podemos buscarlo de manera consciente y saber qué elementos nos ayudarán a crearla.

Una imagen de la vía láctea tras unas montañas suele ser bidimensional, mientras que un paisaje semi nublado con luces y sombras, transmitirá la sensación más tridimensional.

Hay algunos elementos de la composición que nos serán de mayor utilidad para trabajar la dimensión:

  • PERSPECTIVA LINEAL: El uso de líneas diagonales que pueden, o no, confluir en un punto de fuga.
  • PERSPECTIVA ATMOSFÉRICA: Se asocia mucho con la pintura y consiste en generar la sensación de profundidad a través de la pérdida de definición del fondo. Puede ser por desenfoque, por pérdida gradual de saturación del color, pérdida de contraste o de detalle en la textura, por presencia de calima, neblina. En fin, partículas en suspensión. Esta sensación proviene justamente de nuestro aprendizaje observando el comportamiento natural de la luz

Otra forma de recrear la tridimensionalidad es a través del uso del color, como hacían los pintores impresionistas.

La presencia de niebla resta nitidez al fondo, reforzando la sensación de tridimensionalidad a través de la perspectiva atmosférica.

EL MOVIMIENTO

El ojo está constantemente explorando, aunque no nos demos cuenta (persistencia de la visión). Este comportamiento favorece la búsqueda de patrones de exploración en las imágenes. Si somos conscientes de esto, y vamos construyendo caminos visuales podremos guiar de mejor manera al espectador hacia nuestra intención de lectura.

Otra forma de trabajar con el movimiento es irnos a los clásicos consejos de congelado o barrido, muy relacionados con el tiempo de exposición.

Benito Ruiz nos propone 3 formas de movimiento:

  • MOVIMIENTO DETENIDO: Asociado a velocidades altas de disparo para congelar en un fotograma el desplazamiento de un sujeto.
  • MOVIMIENTO INDUCIDO: Movemos la cámara de manera intencional usando velocidades lentas de disparo, ya sea siguiendo el desplazamiento de un sujeto (un barrido) o intentando dotar de movimiento a una escena que no lo tiene.
  • MOVIMIENTO DE UN SUJETO: En este caso disparamos con velocidades lentas, pero la cámara permanece estática captando ese desplazamiento. Ejemplos clásicos son las estelas de los autos en fotografía urbana o el efecto seda por el movimiento del agua.

Movimiento detenido en el cormorán que está a punto de aterrizar en la rama. Además, la dirección de la mirada genera un recorrido triangular entre las 3 aves.

EL ESPACIO

Es quizás uno de los elementos de la composición más complejos de comprender en occidente, mientas que la cultura oriental parece haber alcanzado su dominio hace siglos a través de corrientes artísticas como el Sumi-E o autores como Huang Binhong o Hokusai (por mencionar algunos).

La única referencia hacia el concepto que se suele encontrar en las búsquedas es la idea del “espacio negativo”, otra simplificación más transmitida a través de reglas de composición.

La realidad es que el espacio negativo o positivo es diferente en cada persona (en algunos está en las luces y en otros en las sombras) y aprender a identificarlo es quizás un buen inicio para familiarizarse con este elemento.

Aquí es donde cobran sentido imágenes como la del jarrón de Rubin, que ayudan a entrenarse en la percepción primaria del espacio. En fotografía, las claves bitonales extremas son un buen ejercicio para avanzar en el uso del espacio.

Qué ves primero: ¿el jarrón o las caras? Esta pregunta puede ayudarte a descubrir cuál es el espacio negativo que predomina en ti.

Al final, cuando hablamos de espacio, hablamos de vacío. En nuestra cultura occidental tenemos la tendencia a llenar los espacios (aplica para la vida y la composición fotográfica), mientras que en occidente el espacio vacío suele tener un papel importante.

Saber establecer la relación de los elementos con el espacio, la distancia entre los mismos elementos y entre los bordes de la imagen, también son decisiones que debemos saber tomar comprendiendo este elemento.

Una fuerza de expresión que surge de la relación entre un elemento pequeño rodeado de mucho espacio, es el aislamiento.

Si tienes interés en saber un poco más sobre los elementos de la composición, te dejo un video en el que José Benito Ruiz los explica detalladamente.

LAS BONDADES DE LA COMPOSICIÓN

Las bondades de la composición es otra teoría formulada por ya sabes quién (para no ser reiterativo). Es un conjunto de 10 aspectos claves de una imagen que podemos evaluar para encontrar sus virtudes y falencias (siempre hablando desde la estética).

Por temas de espacio no me detendré demasiado a contarte sobre cada una, pero sí pondré hincapié en algunas que yo suelo prestarles mucha atención (que no significa que sean necesariamente las más importantes).

Veamos el listado:

  • EL MENSAJE: Ante dos obras de igual impacto, solemos preferir la que entregue un mensaje más trascendente.
  • EL MOMENTO: Hablamos de momento cuando ocurre algo que entrega a la fotografía la sensación de irrepetible. Puede ser una acción, un momento de luz, un momento atmosférico… Hablaremos sobre esto un poco más abajo.
  • EL EQUILIBRIO: Notamos rápidamente cuando una imagen está equilibrada o desequilibrada en la distribución de los elementos. Podemos llegar a él a través de equilibrio simétrico o asimétrico.
  • ESTRUCTURA DE LA IMAGEN: La presencia o ausencia de los ejes de la imagen determinará si elaboramos una imagen más realista o una que se encamina a la abstracción. Nos detendremos a hablar sobre esto más abajo.
  • ORDEN ESPACIAL: Hace poco te hablé del elemento espacio y lo difícil que es comprenderlo. Con el orden espacial lo que buscamos es ocupar el espacio de nuestro rectángulo (encuadre) adecuadamente, en función de la sensación o mensaje que queramos transmitir.
  • PUNTOS DE CORTE: Los bordes de la imagen suelen ser lugares críticos en los que, si ubicamos o cortamos inadecuadamente un elemento, podemos generar distracciones y puntos de salida del recorrido visual. No se trata de evitar cortar elementos en los bordes necesariamente, no siempre podremos evitarlo, sino de saber cómo hacerlo.
  • PROPORCIONES: La aplicación más común del concepto hace referencia al porcentaje de suelo y cielo que tendrá nuestra imagen (aunque también aplica a la distancia de los elementos entre sí, su distancia de los bordes y su tamaño comparativo). Existen más de 10 proporciones conocidas (la de los tercios, o sesquialter, es una) y en La Casa de la Fotografía proponemos una clasificación simplificada en en 5 rangos.
  • ESQUEMA TONAL: Se refiere a la distribución de los tonos en la escena, para ver si ayudan o perjudican a resaltar lo deseado o a transmitir el mensaje / emoción propuesto. Aquí es donde aparecen las claves tonales (clave alta, media y baja) con sus respectivas variantes (mayor y menor) y conceptos más desconocidos como el acento y las claves bitonales extremas.
  • TRATAMIENTO DEL COLOR: Cuando hablamos de color en los elementos de la composición, nos referimos a entenderlo y ser conscientes de sus usos. En tratamiento del color hablamos de usarlo de manera premeditada para transmitir un mensaje o emoción. Un punto de partida puede ser el uso del balance de blanco para reforzar sensaciones de frío (en un paisaje nevado invernal, por ejemplo) o calor (en un atardecer en la costa). Suelo trabajar mucho con las nieblas y la idea de misterio, y por recurro con cierta regularidad al uso de dominantes frías. Un concepto novedoso que podemos extraer de aquí es el del uso aislado del color.
  • INTELIGENCIA DEL AUTOR: Como autores podemos aportar diferentes ideas a nuestras fotografías, que muchas veces pueden novedosas en relación a lo que ya existe. Estos aportes pueden venir desde el uso no tradicional de una técnica o accesorio, con propuestas visuales fuera de lo común, con el abordaje de un tema común desde otra mirada, el uso de recursos de la narrativa visual, etc.

Si quieres profundizar en este tema, te recomiendo este video en el que hablamos sobre ellas junto al maestro. Y a continuación, me extenderé más sobre algunas bondades que considero importantes dentro de mi proceso de aprendizaje.

EL MOMENTO EN LA COMPOSICIÓN FOTOGRÁFICA

Alguien podría argumentar, con justificada razón, que toda imagen contiene un momento irrepetible. Y hasta cierto punto es verdad: las cosas nunca vuelven a pasar exactamente igual.

Esto hace necesario entender que hay momentos que resultan más especiales, más peculiares, más irrepetibles que otros. Una aurora boreal se valora como más irrepetible que un día de nevazón, y una aurora boreal multicolor, tendrá un mayor impacto que el tradicional color verde.

Las imágenes que son capaces de mostrarnos esos momentos especiales, las solemos valorar también de manera especial. Es por esto que debemos tener en cuenta el valor del momento como algo muy relevante en el impacto visual.

Antes de referirme a algunos tipos de momento, me gustaría dedicar unas líneas para hablar sobre la idea del “instante decisivo” de Henri Cartier-Bresson (otro concepto difundido de manera muy superficial). Creo que hay algunas cosas interesantes que decir sobre él y su uso en diferentes disciplinas fotográficas.

Cartier-Bresson nos habla de la composición en el instante decisivo de la siguiente manera:

“La Fotografía es para mí el reconocimiento en la realidad de un ritmo de superficies líneas o valores… En Fotografía hay una plástica nueva, función de líneas instantáneas; trabajamos en el movimiento, una especie de presentimiento de la vida, y la Fotografía tiene que atrapar en el movimiento el equilibrio expresivo”.

Ese “presentimiento de la vida” es muy característico del tipo de fotografía que practicaba él (fotoperiodismo, fotografía callejera) en la que todo pasa en una fracción de segundo, de manera espontánea y sin posibilidad de repetir.

Pero el momento en otras disciplinas, como la fotografía de paisaje, es muy diferente. El escenario no es tan dinámico como en una ciudad, y a través de aplicaciones como Photopills puedes planificar un imagen con meses de anticipación (luego otra cosa es que ese día se den las condiciones que deseabas).

Para profundizar en esta diferencia, vuelvo a citar a José Benito que nos habla de dos tipos de lenguajes en la fotografía:

  • EL LENGUAJE FOTOGRÁFICO: Las cosas suceden en una fracción de segundo y el momento (de acción normalmente) tiene un protagonismo principal, relegando a la composición a segundo plano e incluso muchas veces ni siquiera prestándole demasiada atención. Fotoperiodismo es el más clásico representante de este lenguaje.
  • EL LENGUAJE COMPOSITIVO: La composición es prioritaria. El momento es importante, pero nunca descuidando los valores de la estética (este lenguaje es el que abordamos en este artículo). El paisaje, la fotografía de moda o de productos, encajan muy bien en esta línea.

En zonas urbanas todo se mueve con mayor velocidad que en la naturaleza. Un par de segundos de diferencia puede hacer que la imagen cambie radicalmente. Lograr componer con rapidez requiere de algunos años de estudio, además de un muy buen manejo de la técnica.

Por supuesto que hay matices entre ambos lenguajes… Imágenes que quedan en un punto medio, fotoperiodistas que logran capturar un momento de fracción de segundo con una composición admirable (uno de los grandes méritos de Cartier-Bresson a mi juicio). Lo verdaderamente importante aquí es comprender la existencia de ambos y evaluarlos en sus propios méritos.

Para ir cerrando este apartado del momento en la composición fotográfica, te dejo algunas ideas sobre los momentos que tradicionalmente privilegiamos los fotógrafos.

  • MOMENTO DE LUZ: Atardecer, amanecer, luz filtrada, luz difusa, luz puntual…
  • MOMENTO CLIMÁTICO/ATMOSFÉRICO: Lluvia, nieve, tormenta eléctrica, neblina…
  • MOMENTO DE ACCIÓN / COMPORTAMIENTO (fauna, Street, retrato): Guerras, protestas, conductas inesperadas e inusuales, gestos…
  • MOMENTO DE FENÓMENO NATURAL: Erupción volcánica, desierto florido, otoño, aurora boreal, rayos anti crepusculares, espectro de brocken, eclipse solar…
  • MOMENTO POR POSICIONAMIENTO: La luna, el sol, la vía láctea o la circumpolar alineadas con algún hito visual atractivo (un edificio, una montaña, un árbol, etc). Es la planificación y posicionamiento del fotógrafo lo que incide aquí.
  • COMBINACIÓN DE MOMENTOS: Se suele dar, en muchas ocasiones, que las imágenes reúnen más de un momento. Un momento de otoño, acompañado de una tormenta eléctrica, por citar un ejemplo, tendrá mucho impacto visual pues se juntarán dos situaciones inusuales. El nacimiento de una cría de un animal en peligro de extinción, bajo una luz de atardecer y con un arcoíris en el cielo… Sumar momentos es ir añadiendo más valor.

Esto es sólo una incompleta enumeración de ideas y es normal que haya obviado más de algún tipo de momento relevante. Espero ir trabajando a futuro para llegar a una propuesta más definitiva (ya te conté que este artículo estará en constante actualización). Si tienes algunas ideas complementarias, me las dejas en los comentarios.

Un momento de luz de atardecer se suma al momento de floración del desierto que es un fenómeno natural que ocurre sólo cada 4 a 5 años en el desierto de Atacama.

Te dejo mis dos últimos aprendizajes sobre este tema:

  • EL MOMENTO NO SUELE SER SUFICIENTE: Hay ocasiones especiales en que el momento es tan peculiar que todo lo demás pasa a segundo plano, pero en una imagen con similar impacto visual será mejor valorada la que, además, incluya composición y/o un mensaje de mayor trascendencia.
  • UNIVERSALIDAD / LOCALIDAD: En una zona árida un momento de lluvia puede tener la sensación de algo único e irrepetible a nivel local, pero a nivel global se apreciará como algo común. Creo que hay momentos que son valorados universalmente como algo especial (auroras boreales, fiestas o ritos de ciertas culturas, etc) porque ocurren sólo en lugares específicos del mundo y otros que son más frecuentes en todo el planeta pero siempre impactan (como las tormentas eléctricas).

Esta es quizás una de las pocas fotografías que existen del observatorio Collowara (Andacollo, Chile) cubierto de nieve. Fue la segunda vez en 20 años que nevaba en el sector y 2 horas después la nieve había desaparecido. A nivel local es una imagen con mucho impacto, pero a nivel global pasaría perfectamente desapercibida.

ESTRUCTURA DE LA IMAGEN: EJE VERTICAL Y EJE HORIZONTAL

Ordenar los elementos en el encuadre ya está dicho que no es tan sencillo como parece. Un buen punto de partida para mi fue ser consciente de la estructura de la imagen y, sobre todo, descubrir los ejes, sus características y lo qué aporta su presencia y ausencia.

No quiero ser reiterativo, pero no puedo dejar de contarte que todo lo que acá te mencionaré también viene de lo que aprendí con José Benito Ruiz.

En su libro Composición en Fotografía, El Lenguaje del Arte, define los ejes de la siguiente manera:

“El eje es fundamental en la sensación de equilibrio que transmite una imagen y en sus valores primarios. El de mayor importancia en nuestra percepción es el eje vertical, a causa de que nuestra simetría es vertical”

Existen dos ejes en la imagen: el eje vertical y el eje horizontal.

  • EJE HORIZONTAL: Le da estabilidad a la imagen. Es una línea horizontal definida, la que entendemos como el horizonte de la fotografía. En algunos casos aparecerá claramente, en otras no será tan definida su presencia pero podremos intuirla.
  • EJE VERTICAL: Lo constituye el elemento de mayor altura en el encuadre. Puede estar situado en el fondo o en el primer plano. Podemos establecer o modificar el eje vertical a través del posicionamiento o del uso de focales.

Una fotografía que tiene los dos ejes presentes de manera clara suele tener una intención realista o documental. En cambio, una imagen que carece de los ejes, tendrá como resultado una imagen con una carga más abstracta o subjetiva.

Vemos una imagen documental con una clara presencia de los dos ejes. El eje vertical centrado proporciona una imagen equilibrada y bastante simétrica.

COMPOSICIÓN EN IMÁGENES REALISTAS

Ya te lo mencionaba arriba. Una imagen con presencia de eje vertical y horizontal es muy probable que tenga una intención documental o realista. 

Todo lo que te he contado en este artículo es fundamental para explorar este nivel de expresión, sin embargo ya sabes que me gusta estrujar las cosas y sacar matices desde la reflexión y la experiencia. Por ello, me atrevo a proponerte una idea muy sintética del contenido de una imagen realista que nos servirá luego para ir puntualizando algunas cosas:

Si queremos conseguir una imagen realista de alto impacto visual debemos cuidar el elegir un sujeto o motivo atractivo, que su entorno lo acompañe adecuadamente (fondo y/o primer plano) y que el momento en que se fotografía le sume y no le reste (luz, estación, etc).

Ya te hablé del momento y durante el desarrollo del artículo también hemos ido profundizando sobre el motivo o sujeto de la fotografía y “lo que lo rodea”. Sin embargo, quiero detenerme un poco más para compartirte algunas ideas y teorías adicionales sobre esto último.

En esta imagen podemos reconocer un buen sujeto que además es el eje vertical (la montaña dominante), un buen momento (de luz) y un entorno atractivo.

LA ELECCIÓN DE UN BUEN MOTIVO O SUJETO

Solemos tener la confianza en que seremos capaces de elegir un buen motivo o sujeto como protagonista en nuestras fotografías pero muchas veces las decepciones parten aquí.

Si queremos retratar una flor en un prado lleno de ellas ¿Cuál elegimos?, ¿Será un buen protagonista la persona que acaba de pasar en mi encuadre previamente compuesto o será mejor esperar a que pase alguien con características diferentes?; Estoy frente a bosque en otoño con cientos de árboles radiantes de color, ¿Con qué criterio elijo el posicionamiento adecuado?…

Si tuviera una respuesta automatizada para preguntas de este tipo, caeríamos en la trampa de los tips o reglas. Siempre hay muchas razones para considerar al momento de elegir, sin embargo creo que hay dos teorías que nos pueden ayudar a encontrar respuestas.

TEORÍA DE LOS EDGES (BENVIE / RUIZ)

¿Por qué la gente se siente atraída por visitar lugares en donde se viven condiciones extremas de temperatura?; ¿Por qué nos arriesgamos bordeando un acantilado en vez de mantenernos a una distancia prudente? La teoría de los Edges, Límites en español, intenta dar una explicación a estos comportamientos.

Pareciera que una curiosidad innata nos impulsa a descubrir hasta donde podemos llegar, cuáles son nuestros límites. Tal vez nuestro lado más salvaje y rebelde nos empuja a vivir peligrosamente, como si no hubiese una segunda oportunidad. Es difícil dar respuestas a estas preguntas; la gente es así. Pero es el mismo instinto que atrae al fotógrafo de la naturaleza, incluso sin saberlo, hacia los límites. En términos creativos, esto se traduce en la necesidad de experimentar la naturaleza en su forma más extrema y validar esa experiencia mediante la producción de una fotografía de ella.

Los límites son las zonas de transición en donde ocurren los cambios y nos hablan de los extremos, de lo alejado del centro, de lo cotidiano y de lo usual.

¿Cuál es la utilidad de conocer esta teoría? La teoría de los Edges nos dará respuestas a las preguntas importantes: ¿Qué fotografiar?, ¿En dónde fotografiar? y en qué momento hacerlo.

  • LÍMITES EN EL ESPACIO: La cumbre del Everest, un viaje a la Antártida o la posibilidad de bucear o volar. La búsqueda de expandir las limitaciones físicas y geográficas de lo conocido por el hombre constituyen los límites del espacio. Este edge nos ayudará a elegir el lugar en dónde podemos fotografiar.
  • LÍMITES EN EL TIEMPO: Los límites del día, el amanecer y el atardecer, movilizan cada día a miles de fotógrafos en el mundo. Lo mismo pasa con estaciones como el otoño o el invierno. Estos limites del tiempo sirven como respuesta para elegir un momento en el que fotografiar.
  • LÍMITES DEL SER: Nos invitan a buscar los extremos de la vida. Si buscamos una flor, elegiremos la más bella, la de color más intenso o la más peculiar de todo el prado. En retrato, preferiremos la inocencia de un bebe o el rostro arrugado de un anciano. Debemos pensar en los límites como «lo más» (el árbol más viejo, el rojo más intenso, la cascada más alta, el ave más exótica, el último ejemplar de una especie, etc). Este conocimiento nos ayudará en la elección adecuada del sujeto.

EL HITO Y EL AEDES

En fotografía cuando hablamos de un hito paisajístico nos referimos a un elemento físico presente en el paisaje natural o urbano y con características que lo hacen único en su tipo.

Un viejo barco encallado, un islote en el mar, una edificación histórica o rupturista, un árbol solitario en medio de un lago, una escultura o pintura ampliamente reconocida… Todos estos elementos son hitos que los fotógrafos suelen preferir porque aportan impacto visual (en muchas ocasiones estos hitos representan un Edge).

Las Torres del Paine, en Chile, la estatua de la Libertad (EE.UU.), el coliseo Romano o las formación rocosa de la playa de Portizuelo (España)… Cada año, miles de fotógrafos están dispuesto a cruzar el mundo movilizados sólo por la peculiaridad de un hito específico.

La Cruz del Tercer Milenio y la mezquita fueron ubicados estratégicamente en los puntos altos de la ciudad puerto de Coquimbo (Chile). Sin la presencia de al menos uno de estos hitos arquitectónicos, sería muy difícil reconocer la ciudad con sólo mirar la fotografía.

El lugar geográfico en donde se encuentra el hito, el sitio en donde “vive”, es conocido como el Aedes. Este concepto, creado también por José Benito Ruiz, y explicado detalladamente en este link, nos permite imaginar tres tipos de escenarios posibles:

  1. LUGAR CON PRESENCIA DE HITO PAISAJÍSITCO Y AEDES FAVORABLE: Hay un elemento destacado y singular que le suma fuerza a la imagen. Además, puede ser fotografiado desde diferentes ángulos y situaciones sin ninguna limitación del entorno. Es el caso de las Torres del Paine que son visibles desde diferentes ángulos y pueden ser incluidas en la composición con una gran cantidad de variables en el paisaje (lagunas, árboles, pumas, etc).
  2. LUGAR CON PRESENCIA DE HITO PAISAJÍSITCO Y AEDES DESFAVORABLE: Existe un elemento destacado y singular, pero los puntos de vista, las condiciones de luz o los horarios de acceso se ven muy limitados por el entorno. Por ejemplo una isla muy alejada de la costa. El acceso a ella será a través de embarcaciones o vía aérea, lo que limitará los horarios de visita y no permitirá hacer largas exposiciones con la cámara sobre un trípode.
  3. LUGAR SIN PRESENCIA DE HITO PAISAJÍSTICO: Hay muchos paisajes en los que no encontraremos la presencia de un hito paisajístico con la fuerza suficiente para realzar el impacto de nuestras imágenes. En este caso será mucho más importante lograr componer imágenes atractivas y acompañarlas con un momento atractivo.

La presencia de un hito paisajístico nos asegurará la existencia de un sujeto único en el mundo, simplificando nuestra labor de búsqueda. Pero también nos traerá el desafío de conseguir imágenes que aporten algo diferente ya que, con toda seguridad, existirán miles de fotografías tomadas anteriormente por otros visitantes (la estrategia Horizonte 10 puede servirnos aquí).

Lo tradicional es que el hito quede situado en el fondo y se convierta en el eje vertical, sin embargo el primer plano de la fotografía es un área en donde también nos puede aportar. A continuación te contaré sobre dos formas de componer que he practicado. Ninguna es mejor que la otra, ambas nos ofrecen ventajas y limitaciones que conoceremos a continuación.

COMPOSICIONES FOTOGRÁFICAS BASADAS EN EL PRIMER PLANO

A modo general, entendemos como primer plano la zona inferior de la imagen y asumimos que todo lo que allí coloquemos se sentirá más cercano (pese a que en realidad la imagen es bidimensional y lo de la lejanía del fondo no es más que una percepción).

Para hablar de la existencia de un primer plano, se subentiende que habrá algo más lejano, un fondo. La intención en este tipo de composiciones suele ser la de generar comunicación entre ambas zonas. A veces contraponiéndolas en un esquema de equilibrio asimétrico, otras buscando composiciones más simétricas con los pesos visuales más centrados.

Cuando hablamos de componer con el primer plano nos referimos a que el fotógrafo construye su encuadre basado en él. En fotografía de paisaje, por ejemplo, esto sucede cuando encontramos un elemento atractivo que podemos usar en la zona baja (una flor, una piedra con formas o colores llamativos, un animal). En fotografía urbana podría ser un paso de cebra o un callejón en donde la luz se cuela de manera muy selectiva, ambos escenarios en donde normalmente esperaríamos a que pase una persona y complete el cuadro.

Algunas características de este tipo de imágenes son:

  • Suelen ser realizadas con el uso de objetivos más bien angulares
  • Es muy importante conseguir sensación de equilibrio de los pesos visuales (poner el primer plano y el fondo en la misma zona de la imagen podría dejar la imagen muy desnivelada sin un contrapeso fuerte)
  • Centrar los elementos nos aportará valores de armonía mientras que descentrarlos nos acercará más a valores de contraste

Durante los años que llevo estudiando me he percatado de que muchos fotógrafos se basan en el primer plano como referencia principal para componer. Yo también lo hice durante mucho tiempo.

Con la experiencia aprendí que este método ofrece algunas limitaciones asociadas con el fondo y el posicionamiento del fotógrafo.

Dicho de manera simple: si encuentras un primer plano atractivo, el fondo ya no lo puedes modificar porque, si te desplazas mucho, puedes perder la referencia. Esto limita a trabajar forzadamente con el fondo visible desde esa posición. Si coincide que tienes un buen fondo (montañas atractivas, nubes, praderas, etc) el problema se resuelve, sin embargo me atrevo a creer que la gran mayoría de las veces no será así.

En ese caso ayudará mucho sumar valores de momento, además de saber elegir un primer plano realmente atractivo (que destaque por forma, color, textura o que sea un hito paisajístico).

Ahora, si decidimos ubicar al hito paisajístico en primer plano, le quitaremos protagonismo al fondo aunque seguirá siendo relevante la presencia de momento.

El hallazgo de este pequeño bofedal, lleno de color, me impulsó a la toma de la fotografía. El fondo acompaña bien, aunque no es especialmente atractivo. La transición de luz le aporta momento.

COMPOSICIONES FOTOGRÁFICAS BASADAS EN EL FONDO

La primera vez que escuché sobre este concepto me resultó muy extraño. José Benito Ruiz hablaba de que él componía con el fondo. No logré comprenderlo del todo hasta un tiempo después.

Al basar tus fotografías en la búsqueda de fondos, y no de primeros planos, se acaba la limitación de movilidad del fotógrafo. Esa montaña, ese islote o ese edificio de forma atractiva será visible desde diferentes ubicaciones.

Entonces, una vez detectado el hito paisajístico, tienes dos opciones:

  1. FOTOGRAFIAR SOLO EL FONDO: Como ya identificamos un elemento en la escena que tiene mucho atractivo, podemos recurrir a un teleobjetivo y hacer una fotografía sólo de él. El hito funcionará muy bien tanto acompañado con un primer plano como aislado en el encuadre (mejor si hay un buen momento de luz o atmosférico).
  2. FOTOGRAFIAR PRIMER PLANO JUNTO AL FONDO: Al asegurar un fondo atractivo el trabajo principal será irse desplazando por distintas zonas buscando uno (o varios) primeros planos para combinar con el fondo.

La mayor ventaja que nos entrega empezar a componer con el fondo es que podemos tener más variantes al no estar anclados a un posicionamiento específico. No sólo por tener la imagen sólo del fondo aparte, sino también porque podremos encontrar diferentes primeros planos en la búsqueda y, por ende, aumentar nuestra variedad de posibilidades.

La limitación más evidente es que quizás no encontremos un primer plano tan potente como el que quisiéramos. Sin embargo también es posible que su ausencia se vea compensada por el momento y el diálogo visual que podamos establecer entre ambas zonas de la imagen.

Estas piedras en Bolivia fueron un fondo con mucha presencia visual. Como eran visibles desde casi todas partes, pude desplazarme buscando diferentes primeros planos para conseguir una amplia variedad de resultados.

COMPOSICION EN IMÁGENES ABSTRACTAS

¿Qué lugar es?, ¡Me gustaría estar allí!, ¡Yo conozco ese sitio!, ¿Con qué parámetros hiciste la toma?… Son ejemplos de expresiones comunes cuando las fotografías documentales pasan por una respuesta racional primaria del espectador.

La búsqueda de la abstracción nos ayuda a neutralizar este proceso racional para invitarnos a buscar respuestas desde lo emocional (muchas veces conectada con las leyes de la Gestalt).

Tanto los elementos como las bondades de la composición, y todo lo que hasta acá hemos mencionado, sigue siendo aplicable en esta exploración de la subjetividad. Sin embargo, acá también hay matices y reflexiones que me gustaría mencionarte y que tienen que ver con un análisis de mi propia experiencia.

Por ejemplo, me aventuro a señalar que de los elementos de la composición, hay algunos que suelen ser más utilizados en este tipo de fotografía. Personalmente, las líneas, el tono, el color y la textura suelen invitarme de manera más regular a una exploración abstracta.

También es interesante descubrir que el valor de momento es mucho más prescindible en esta búsqueda. Lo mismo pasa con el hito paisajístico cuya presencia puede incluso perjudicar las intenciones del autor porque genera un anclaje con la realidad.

En lo que refiere a la estructura de la imagen, ya hemos mencionado que la ausencia de ejes es un camino hacia la abstracción porque dejamos de utilizar una estructura convencional. Esto último me da pie para comentarte sobre dos conceptos vinculados que resultan interesantes:

  • PATRÓN DE GUTEMBERG: Al no existir la estructura clásica, el espectador explorará las imágenes en forma de Z intentando establecer un patrón de lectura que le sea cómodo y le ayude a asimilar mejor la propuesta visual.
  •  LIBERTAD DE NIVELACIÓN: La pérdida de referencias visuales nos libera de la necesidad de respetar la nivelación de la cámara. Podemos inclinarla a gusto hasta encontrar el punto que más nos agrade y muy probablemente el espectador no llegará a enterarse del acto.

Esta es una fotografía realista pero con una carga abstracta debido a la ausencia de ejes. La cámara se ha inclinado unos 45° respecto de la nivelación original para convertir las líneas diagonales en horizontales y así conseguir una imagen que transmita más estabilidad. Sin disponer de esta información, difícilmente podrías saber que la nivelación fue alterada.

He entrevistado a muchos fotógrafos, de diferentes partes del mundo (puedes buscar las entrevistas en mi web), y en esas conversaciones pude confirmar algo que había concluido de mi propia experiencia: la exploración de la abstracción aparece luego de un tiempo prolongado dedicado a la fotografía más realista.

En mi caso trabajo muy cerca de casa generalmente, y suelo frecuentar algunos sitios. Las primeras visitas casi siempre fueron documentales, intentado encontrar una composición atractiva acompañada de un buen momento de luz. Pero en la tercera o cuarta visita al mismo sitio, de pronto empecé a poner más atención a los detalles.

Este comportamiento se repitió en varias situaciones aún cuando no lo hacía de manera consciente. A través de la reflexión pude concluir que se debía a que en visitas anteriores ya había conseguido imágenes realistas que me dejaban satisfecho y no quería repetir. Esa tranquilidad, en cierta manera, me liberó de la presión (autoimpuesta) de asegurar la imagen evidente y me dio la soltura de experimentar sin miedo a equivocarme.

En este momento de mi evolución ya me siento en la libertad de explorar la abstracción en cualquier sitio y sin necesidad de haberlo visitado antes, pero esto no sería posible sin antes haber pasado por este proceso de aprendizaje en estos lugares conocidos. Tu proceso no necesariamente será igual al mío, pero de todas formas me parece oportuno contarte mi vivencia.

Si te va entusiasmando la idea y no sabes muy bien por donde partir, te cuento que hay diferentes métodos para iniciar el camino hacia la abstracción. Acá te enumero algunos:

  • ABSTRACCIÓN POR EXTRACCIÓN: Cerrando el encuadre centramos la atención sólo un detalle, perdiendo los ejes. Obtendremos imágenes de nivel realista (porque no distorsiona la realidad, sólo aísla una zona) pero con una carga abstracta.
  • ABSTRACCIÓN POR DESENFOQUE: Huiremos del enfoque y la profundidad de campo, intentando desdibujar la realidad a través de un desenfoque premeditado en toda la fotografía.
  • ABSTRACCIÓN POR DISTORSIÓN: Llegamos a ella usando diferentes accesorios o fluidos que distorsionen la realidad. Usualmente: vaselina (flou), cristales, objetivos no tradicionales, etc.
  • ABSTRACCIÓN POR MOVIMIENTO DE CÁMARA: Con velocidades lentas haremos diferentes movimientos como si estuviéramos pintando con la cámara para lograr un resultado más cercano a lo pictórico. En muchos sitios han empezado a referirse a esta técnica como ICM (Intentional Camera Movement).

Un último consejo sobre este tema: No te conformes con los primeros resultados. Mi sugerencia es que hagas muchas pruebas y variantes de cada situación que te parezca atractiva. No es extraño que, de una serie de 40 o 50 versiones de la imagen, encontremos solo una que destaca y las demás terminen en la papelera.

Una fotografía de nivel abstracto conseguida a través del desenfoque. La nivelación y balance de blancos han sido alterados para generar aún mayor distancia de la realidad. ¿Qué es? Es una pregunta que respondería con otra: ¿Qué representa para ti?

COMPOSICIÓN EN FOTOGRAFÍA: RECURSOS DE LA NARRATIVA VISUAL

Si has leído hasta acá creo que ya estarás de acuerdo conmigo en que aprender a través de “reglas de composición” no pueden estar bien. Hemos revisado una gran cantidad de recursos compositivos y, aún así, me quedo corto en relación a todo lo que podría seguirte contando.

Los últimos contenido que quiero compartir tienen relación con los desconocidos recursos de la narrativa visual que pertenecen al ámbito de las metáforas visuales y suelen tener una conexión más cercana con el nivel de expresión simbólico. Este listado también podría ser enorme, pero me detendré en los que yo he usado con más frecuencia:

  • METÁFORA: Un objeto recuerda a otro diferente pero con el que comparte algún atributo común. Esta similitud no suele ser completamente evidente.
  • PAREIDOLIA: Nos permite reconocer figuras en las nubes, caras en los perfiles de las rocas o de los árboles.
  • PODER DE ATENCIÓN DE LOS ORIFICIOS: Los agujeros llaman mucho la atención y es sencillo elaborar comparaciones con ojos o bocas. Simbolizan lo oculto.
  • COMBINACIÓN PICTÓRICA: La realidad se combina con un cuadro, dibujo, grafiti… O con varios de ellos. Si existe una relación o complemento la denominamos Combinación pictórica contextual.
  • COMBINACIÓN CALIGRÁFICA: La realidad se combina con un texto que, normalmente tiene sentido y puede aportar contexto a la escena. En tal caso se denomina Combinación caligráfica contextual.
  • PERSONIFICACIÓN O PROSOPOPEYA: Atribución de cualidades humanas a animales, vegetales o cosas.
  • COMPARACIÓN (SÍMIL): Hay una semejanza entre dos objetos a cualquier nivel visual que permite apreciar similitudes sin implicar ningún grado de abstracción conceptual, ya que es muy evidente.
  • ELIPSIS: Nos permite mostrar un proceso, una transformación, el paso del tiempo. Puede ser un salto en el tiempo o en el espacio, un cambio de realidad basado en una mirada retrospectiva o de futuro.
  • HIPÉRBOLE: Es una exageración conceptual o de escala que aumenta la presencia de determinado sujeto en la imagen, también la magnificación de virtudes o defectos que permite mostrar detalles aumentados.

Lograr percibir estos recursos en terreno requiere un tiempo de estudio y recorrido. En ocasiones los encontraremos inesperadamente y la fotografía requerirá un simple click desde la posición adecuada pero, en un gran porcentaje, me atrevo a decirte que llegarás a ellos en una búsqueda más consciente en la que detectarás el potencial de una situación y tendrás que trabajar un poco el escenario o tener la paciencia necesaria para esperar a que cada elemento del encuadre encuentre su sitio.

Esta imagen intenta establecer una metáfora que relaciona a las formas de las dunas con la piel de una mujer. El color de la arena y las formas redondeadas ayudan a generar la conexión.

¿CÓMO AFECTA LA COMPOSICIÓN EN TUS FOTOGRAFÍAS?

Ya vamos llegando a la parte final de este extenso artículo y la pregunta del título la hemos ido contestando durante el desarrollo del mismo.

Sin embargo, no está mal reiterar algunas ideas o complementar otras. Desde mi percepción, estudiar composición fotográfica se ha reflejado en el desarrollo de un trabajo más consciente en el que voy tomando decisiones en terreno que favorecen los resultados finales y cumplen con mis expectativas (suelo ser muy exigente conmigo mismo).

Estas son algunas cosas que me ha aportado el estudio de la composición en mi trabajo fotográfico:

  • PRE PRODUCCIÓN: Es un concepto raro porque todos hablan de la post producción. A mi el estudio de la composición me ha ayudado a desarrollar la pre producción, esa etapa en la que te dedicas a localizar, buscar posibilidades y nuevos puntos de vista, o incluso imaginar, sin tener necesariamente la cámara en la mano. He aprendido a detectar esos escenarios o elementos que, en las condiciones adecuadas, nos regalarán fotografías con un gran impacto visual. Como ya sabes que soy un fotógrafo más bien purista, que no gusta mucho de procesados excesivos, por lo que este aprendizaje ha sido un gran aporte a mi forma de trabajar.
  • MAYOR PRECISIÓN: Ya te he mencionado que el proceso de aprendizaje es lento, pero sólido. Siento que he mejorado mucho la precisión a la hora de resolver situaciones en las que tengo poco tiempo para tomar decisiones. En pocos segundos puedo identificar situaciones, su potencial, y conseguir imágenes con impacto visual a la primera o segunda toma. Por cierto, en esto también ayuda mucho el buen manejo de la técnica.
  • MAYOR PRODUCTIVIDAD: Vinculado con la precisión. Al tomarme menos trabajo el resolver diferentes imágenes, tengo tiempo adicional para ir buscando variantes. No es que dispare menos que antes, es que cada disparo es intencionado y el porcentaje de fotos que pasan mi filtro de exigencia ha aumentado mucho.
  • MIS FOTOS ME GUSTAN DURANTE MÁS TIEMPO: Los primeros años de estudio de la composición mis avances me ponían muy contento. Llegaba de una salida, veía los resultados y dormía complacido. Pero eso no duraba más de 3 días en los que volvía a abrir el archivo y mi cariño por él sufría un drástico descenso… Empezaba a detectar las ambigüedades compositivas y todas las posibles mejoras (¿Cómo no vi esto?, ¿Por qué no se me ocurrió hacer esto otro?). Desde el 2019 siento que llegué a un piso mínimo en que mis fotos me gustan por más tiempo, algo que está muy vinculado con la precisión. Siempre encontraré ideas para irlas mejorando, pero regularmente llegan a cumplir un estándar mínimo de calidad que, por supuesto, está fijado por mi propia exigencia y subjetividad.

El montañismo me ha llevado a estar constantemente buscando mejorar porque he visitado muchos lugares a los que probablemente no vuelva nunca más. El cerro Aconcagua lo subí el 2017 y, si bien creo que hoy conseguiría mejores imágenes, al menos tengo la tranquilidad de que las veo y el resultado me parece razonable.

Me tocó debatir con algunas personas que preferían no dedicar mucho tiempo al estudio de la composición o al conocimiento de la obra de otros autores. Esto por evitar condicionar su mirada.

Si es tu caso, que no lo creo porque no habrías leído hasta acá, te cuento que no es una idea que comparta porque para mi no ha sido de esa manera. Si estudias basado en reglas, tips y trucos, sí podría suceder que se encajone tu mirada porque te encasillan a seguir ciertos esquemas y a tomar ciertas decisiones bajo la lógica de “lo bueno y lo malo”.

Pero si basas tu aprendizaje en conocimientos sólidos, probados y bien justificados, tu sensación será de libertad absoluta en el proceso creativo porque tomarás de manera consciente cada decisión en la construcción de tu obra.

En este artículo te he presentado recursos compositivos con sus características respectivas y algunas situaciones en las que yo suelo usarlos, pero en ninguna parte he mencionado cuáles debes usar tú ni he querido condicionar la forma de hacerlo (o no he pretendido hacerlo.

LIBROS SOBRE COMPOSICIÓN EN FOTOGRAFÍA

Si habláramos de técnica, o de alguna disciplina fotográfica como el paisaje o la fotografía de retratos, podría enumerarte un gran listado de libros para consultar.

Lamentablemente en composición no se da de la misma manera. He leído un par y siempre hay cosas positivas que sacar de cada uno, pero ninguno se llega a comparar con Composición en Fotografía: El Lenguaje del Arte, de José Benito Ruiz.

Ya lo he mencionado aquí, y en otros artículos: no hago promoción de su trabajo por alguna estrategia comercial para convencerte de que tomes algún curso en La Casa de la Fotografía (aunque nos hará mucha ilusión que lo hagas), sino porque desde el 2015 vengo siguiendo sus enseñanzas y estoy profundamente agradecido de todo lo que él ha aportado a mi desarrollo como fotógrafo. Que a inicios del 2021 la vida me diera la posibilidad de trabajar junto a él en un proyecto formativo, no es más que un regalo inesperado de la vida.

Composición en Fotografía: El Lenguaje del Arte es un libro de tamaño abultado, con más de 300 páginas e imágenes a gran tamaño para ejemplificar diferentes conceptos. Para mi es un fijo irremplazable de mi biblioteca.

Otras recomendaciones de lecturas complementarias que puedo hacerte son:

  • LA SINTAXIS DE LA IMAGEN. Obra de Donis A. Dondis, dirigida a diseñadores y artistas visuales, que aborda el lenguaje de la imágenes y se propone como un manual básico para la alfabetización visual. Es buen libro para iniciar la comprensión de los elementos de la composición. También tiene un lugar especial en mi biblioteca.
  • CÓMO LEER UNA FOTOGRAFÍA. Obra de Richard Salkeld que es parte de una colección llamada Manuales de Fotografía Creativa Aplicada. Es un libro que nos plantea el análisis de fotografías clásicas y contemporáneas para aprender decodificar las diferentes capas de interpretaciones que podemos obtener de su análisis.
  • FOTOGRAFIAR DEL NATURAL. Libro de Henri Cartier-Bresson. Es un breve recopilatorio de algunos artículos entre los que destaca uno titulado El Instante Decisivo. Allí, el propio autor es quien explica el concepto y lo importante que es la composición dentro de su propuesta.
  • POST DE COMPOSICIÓN EN FOTOGRAFÍA. Esto no es un libro sino más bien un artículo del blog de La Casa de la Fotografía. Es un post completísimo redactado por José B. Ruiz, posiblemente de lo mejor que encontrarás en internet, con la descripción de los principales recursos compositivos y su orden de estudio. Puedes leerlo gratuitamente pinchando aquí.

Composición en Fotografía: El Lenguaje del Arte, de José Benito Ruiz. Me parece un libro fundamental y único en su tipo para quienes buscan profundizar en este complejo mundo de la composición.

¿CUÁL ES LA MEJOR MANERA DE APRENDER COMPOSICIÓN FOTOGRÁFICA?

Llegamos al final. Si aún sigues aquí, te agradezco el esfuerzo y el interés y espero que el tiempo que has invertido haya tenido buena recompensa.

Aprender composición fotográfica tiene sus complejidades. No es como la técnica, que es un conocimiento más concreto y práctico que puede dominarse en poco tiempo. Aquí hablamos de conceptos más etéreos e intangibles, que pueden ser interpretados de diferentes maneras o funcionar para algunos y para otros no. Y también hablamos de un proceso lento de aprendizaje y asimilación de conceptos en el que no tendremos tantas fuentes a las que recurrir para ir aclarando las dudas que surjan en el camino.

¿Es posible aprender por cuenta propia? Por supuesto. Anteriormente ya de te deje recomendaciones de lecturas en las que encontrarás contenido que te aportará. Pero considera que si el camino guiado es lento, por cuenta propia es probable que la curva de aprendizaje lo sea mucho más.

He conversado con muchos autores y, en un gran número, reconocen la influencia de Ruiz en el tema de la composición. No es raro pues ya vimos que la mayoría de las teorías que cito fueron elaboradas por él, por lo tanto, nadie sabrá explicártelas mejor. Creo sinceramente que cualquier video que puedas encontrar sobre él en internet es más valioso que el 95% de los artículos dedicados al tema (este incluido).

Por lo mencionado, es que me atrevo a recomendarte que inicies tus estudios de composición en fotografía en La Casa de la Fotografía. Pero tranquilo, que esto no significa necesariamente que tengas que pagar algo.

Te dejo dos opciones:

  • CURSO GRATUITO UN AÑO DE FOTOGRAFÍA. A mi juicio el mejor curso online de fotografía que existe. Dentro de los 41 temas que lo componen, repartidos en más de 80 videos, hay 3 sesiones completas dedicadas a la composición (equivalentes a unas 6 horas). Para acceder sólo necesitas registrar una cuenta gratuita en La Casa de la Fotografía creando un usuario y contraseña. Es cierto, también lo encontrarás en YouTube pero hay varios extras a los que sólo accederás desde aquí (Nota del autor: En abril tendremos habilitado el acceso)
  • PACK DE CURSOS DE COMPOSICIÓN: Es, sin duda alguna, el curso más completo de internet dedicado a la composición. Agrupa los 3 cursos de Composición que tenemos disponibles en la escuela online, totalizando más de 20 horas de contenido exclusivo de elaboración propia. Puedes ver la descripción del contenido pinchando aquí. Los cursos también se pueden tomar de manera individual o mediante la Suscripción Anual a todos los contenidos.
  • SUSCRIPCIÓN ANUAL: Te permitirá acceder a todos los cursos y webinar de nuestra escuela online por un monto anual que significa un gran ahorro en comparación al valor que tendría el suscribirse a cada curso por separado. Puedes ver más información pinchando aquí.

MIS ÚLTIMAS REFLEXIONES SOBRE LA COMPOSICIÓN EN FOTOGRAFÍA

Todo lo que aquí te he planteado me siento con la confianza de compartírtelo porque lo he probado y aplicado a mis fotografías durante los últimos años. Mi forma de enseñar es sólo hablar de cosas que realmente conozco y aplico en mi forma de trabajar.

Está clara la admiración que siento por quien considero mi maestro, pero nunca debes dejar de dudar de las cosas, someterlas a tu evaluación y ver si son útiles también para ti.

Es por eso que quiero cerrar diciéndote que: No tienes la obligación de hacer nada más que dudar de todo.

Somos totalmente libres. No debemos hacer nada de lo que no estemos convencidos, y debemos someter a juicio cada propuesta formativa que enfrentemos. Los cursos de La Casa de la Fotografía, este artículo y de cada cosa que leamos debemos enfrentarla con una mirada crítica. Ese ejercicio reflexivo nos llevará en camino de encontrar nuestra propia forma de expresión personal que nos hará evolucionar como autores.

Todo lo que vimos aquí son recursos compositivos que amplían las posibilidades a las mal llamadas reglas, el qué hacer con ellos ya recae en tus propias manos.

Cierro con una frase de Elliot Erwitt que está entre mis favoritas:

«La fotografía es el arte de la observación. Se trata de encontrar algo interesante en un lugar ordinario. Me he dado cuenta de que tiene poco que ver con las cosas que ves y mucho con cómo las ves».

No podría haberlo dicho de mejor manera.

Si llegaste leyendo hasta acá, quiero agradecerte tu interés (y tu esfuerzo). Si te parece que este trabajo ha sido un aporte a tu conocimiento, puedes agradecérmelo de 3 maneras:

Si te parece que este trabajo ha sido un aporte a tu conocimiento, puedes agradecérmelo de 3 maneras:

Todas estas acciones me ayudarán a seguir generando nuevos contenidos para ti. Recuerda añadir este post a tus favoritos ya que constantemente lo iré actualizando con nuevos contenidos.

¡Gracias por estar ahí!

¡Compártelo con tus Amigos!

Invítame a un Café

Si te parecen valiosos los contenidos que aporto, te invito a colaborar con un aporte (voluntario) que nos permita seguir generando contenidos en el futuro.

¡RECUERDA! No hay un mínimo (ni un máximo), es el aporte que quieras y puedas. Todo apoyo siempre tendrá añadido el valor emocional del hecho en sí mismo.

¡Muchas gracias por estar ahí!